martes, 5 de agosto de 2014

Capaq Ñan o camino de los Incas


Capaq Ñan o camino de los Incas







Los incas, durante su época de máximo esplendor y apogeo, crearon un sistema viario que desafiaba una geografía muy quebrada y que, empezando en la actual Plaza de Armas de la ciudad peruana de Cusco, recorría toda la franja de Los Andes. Uno de estos 4 caminos, el del norte de Chinchaysuyu (los otros eran el Collasuyu, que llegaba hasta Chile y el noreste de Argentina; el Cuntisuyu al oeste; y el Antisuyu, al este, hasta la región del Amazonas) pasaba por Achupallas e Ingapirca, para llegar a Quito y el sur de Colombia. El CapaqÑan -o camino principal o real en lengua quechua- se convirtió en el símbolo de la cultura inca. Sus más de 8000 kms construidos, poseen características arquitectónicas únicas y de valor universal.

Por dichos caminos circulaba la vida del Imperio, y se trasladaban pueblos y comunidades enteras. Ataviados con ropa de alpaca para soportar las frías temperaturas, los incas utilizaban llamas como animales de carga, y la gente, como hace en la actualidad, mascaba hojas de coca para superar las grandes alturas. Cada cierta distancia había los que se conocía como “tambos”, edificaciones cuya función era la de alojar y abastecer a los habitantes. Por su parte, los “chasquis”, mensajeros de gran fortaleza física y que podían correr 15 kms en una hora, eran los responsables de transportar las noticias de comunidad a comunidad.

Los españoles que invadieron dichas tierras se estremecieron al ver dichos caminos, y según señalan, nunca habían visto nada tan bien organizado. Como escribió textualmente el soldado español Pedro Cieza de León en 1553 en su diario: “me parece que si el emperador de España quisiese mandar hacer otro camino, como el que va de 
Quito a Cusco para ir a Chile, ciertamente creo, con todo su poder para ello no fuese poderoso ni fuerza de hombres pudieran hacer, si no fuese con la orden tan grande para ello los incas mandaron que hubiese. Sin duda dichos caminos no pueden compararse con nada conocido en la cristiandad”.

En la actualidad hay pocos caminos bien conservados, sobre todo por la acción del hombre, y por la erosión propia de los años. El más conocido de Ecuador es el que va de Achupallas a Ingapirca, y el más popular a nivel mundial es el que llega a 
Machu Picchu , en Perú.




Se denomina red vial incaica o la gran carretera de piedra, al entramado de caminos que conformaban el sistema vial del imperio incaico. Se emplean los términos de: CapacÑan o QhapaqÑan (en idioma quechua: ‘camino real’ o ‘camino del Inca’) tanto para la totalidad de esa organización de rutas que superaban los 30.000 kilómetros,1 como para el camino principal (de aprox 5200 km de longitud). Todos estos caminos se encontraban conectados al Cuzco, la capital delTahuantinsuyo o Imperio incaico, facilitando su comunicación con los distintos pueblos anexados en el marco del proceso expansivo inca; al mismo tiempo, constituían un efectivo medio de integración político–administrativa, socioeconómica y cultural. Dado que el CapacÑan interconectaba localidades tan distantes como Quito, Cuzco y Tucumán, durante el siglo XVI fue empleado por los conquistadores españoles para invadir Perú, Bolivia, Chile y las pampas cordilleranas argentinas.
El famoso «Camino del Inca» que une la ciudad de Cuzco con el sitio arqueológico de Machu Picchu, es solo una parte mínima y tangencial de la gigantesca red de caminos incas.




Los caminos antes del Tahuantinsuyo

Varios de los caminos que actualmente se observan en el área andina ocupada por el Tahuantinsuyo tuvieron un origen preinca, siendo construidos por entidades políticas de alta complejidad como Tiahuanaco o Huari; otros caminos menores, en cambio, fueron construidos por pequeños grupos étnicos que trataron de unir centros de culto o templos regionales. Tal es el caso del camino construido entre el templo de Pachacamac (frente al mar) y el «apu» Pariacaca, nevado localizado a más de 5700 msnm.3
La cantidad y la longitud de los caminos en la época preincaica se vio limitada por las constantes tensiones y el ambiente de guerra que vivían los señoríos y Estados; la construcción de caminos era peligrosa y solo se ejecutaban algunos tramos durante períodos de tregua. Antes de la llegada de los incas, los caminos eran exclusivamente locales, es sólo con su llegada y poder centralizador que la red vial se amplió a grandes magnitudes.

Los caminos durante el Tahuantinsuyo

Cuando los incas empezaron a conquistar el resto de pueblos de Sudamérica, el dominio del espacio para la construcción de caminos quedó enteramente a disposición de la etnia cuzqueña; a partir de este momento las redes viales se incrementaron exponencialmente hasta cubrir una extensión que posiblemente alcanzó los 60 000 kilómetros.2
El inicio de las grandes obras viales fue llevado a cabo por orden expresa del Inca Pachacútec. Este soberano vio la necesidad de construir caminos con el objetivo de mantener el control sobre los territorios anexados, de esa manera se podían trasladar más rápidamente los funcionarios y las tropas.3
Según lo señala Juan de Betanzos, antes de que Pachecútec iniciase su gobierno se lo observaba pintando y dibujando caminos y puentes, especificando a los orejones cuzqueños la manera en que debían ser construidos. La obra de Pachacútec fue continuada por sus sucesores. La red vial incaica la componían tres elementos básicos: las calzadas y bordes de los caminos, los puentes y los depósitos.
La red vial era indispensable para la organización incaica, no solo para trasladar ejércitos y funcionarios sino también para la movilización de los «mitimaes», el transporte de productos cosechados en los territorios conquistados por los incas (en cada territorio existían tierras específicamente destinadas para que su producción fuera trasladada al Cuzco; estas cosechas eran almacenadas en los «tambos») y el desplazamiento de los «chasquis».






Siendo el troncal principal de toda la red vial incaica, el CapacÑan destacaba por recorrer longitudinalmente todo el Tahuantinsuyo (Imperio incaico) a lo largo de la cordillera de los Andes, desde el actual occidente de Argentina hasta el sur de la actual Colombia.3 El camino del inca se encuentra empedrado en gran parte y tiene varios metros de ancho. Paralelo al camino del inca, existió un camino que unía las localidades costeras, que en aquellos tiempos eran denominadas «yungas».3



Este puente colgante pertenece al periodo incaico.









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